Un
numeroso grupo de alcollarinejos se acercaron el pasado 28 de enero por la
tarde a la inauguración de la presa que lleva el nombre del pueblo y del río
que transcurre cercano al municipio. Precisamente, este pequeño caudal ha
permitido levantar un embalse, con un volumen de agua de 51,64 hectómetros
cúbicos (el de Orellana tiene 808), aunque de momento, en aproximadamente un
año, ha conseguido situarse al 30 por ciento de su capacidad.
El
proyecto ha contado con un presupuesto de 37,8 millones de euros -a cargo de
los fondos Feder- y un plazo de ejecución de 60 meses. La presa es de tipo
convencional y está compuesta por más de 40 bloques de hormigón vibrado, aunque
posee una peculiaridad. Sobre la estructura discurrirá un canal que comunica el
embalse de García Sola con la presa de Búrdalo. Tiene una altura de 31 metros y una longitud
de 625. En total, se han conseguido 25,5 kilómetros de
costa que se reparten entre las poblaciones de Alcollarín, Zorita, Conquista de
la Sierra y
Abertura.
Detrás
de estos números, se persiguen cuatro objetivos: contribuir al abastecimiento
del regadío de la zona y para los ciudadanos, facilitar la regulación de los
caudales de la zona centro de Extremadura, evitar grandes inundaciones y crear
un espacio para el uso recreativo.
En
este sentido, se han habilitado 18 hectáreas de zonas de ocio con equipamientos
lúdicos deportivos y sociales. Entre ellas, han construido un embarcadero,
zonas de baño y un edificio para la hostelería.
Impacto ambiental
El
estudio favorable de impacto ambiental en el que se dio el visto bueno al
proyecto de construcción de la presa de Alcollarín data de 1997. Después, se
han realizado revisiones y durante la ejecución de la obra, se han llevado a
cabo una serie de medidas compensatorias para no perjudicar el ecosistema.
Entre ellas, destaca la creación de un azud de cola, que permite que cuando el
agua baje, se agua retenida a unos niveles adecuados para la fauna, o la
realización de tres islas artificiales para la estancia de las aves
migratorias.
En
la inauguración tomaron la palabra la ministra de Agricultura, Isabel García
Tejerina, que destacó los esfuerzos del Gobierno en materia hidrográfica. El
presidente de la Junta,
José Antonio Monago, destacó las ventajas del agua embalsada: «El tener agua es
una bendición y estos lagos sirven para beber, para regar y de ocio, lo cual
convierte esta zona en un lugar atractivo».
Por
último, el alcalde de Alcollarín, Julián Calzas, manifestó que la creación de
esta infraestructura, además de conformar un nuevo paisaje, traerá
consecuencias positivas al municipio. De momento, han creado un parque
etnográfico con los elementos que se encontraban en el terreno inundado, tales
como un molino antiguo rehabilitado que «darán un valor añadido desde el punto
de vista turístico».
Enhorabuena al pueblo de Alcollarín ! Es el comienzo de un prospero futuro para la zona gracias a los esfuerzos de todos y de ese maravilloso alcalde que tenéis.
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